Con la llegada de la nueva estación, la sección de este blog "La cesta en otoño" pasa a "La cesta en invierno".
Cuando llega el invierno, casi no nos hemos dado cuenta del paso de las cuatro estaciones anuales. Ya se cierra el ciclo, con los últimos frutos secos de otoño, las setas que ya pudimos disfrutar la temporada pasada, y aparece el cardo, la alcachofa, las verduras de hoja con sabores fuertes, y como postre, de regalo, los cítricos.
Tenemos un medio en el que las naranjas, las mandarinas, los limones y pomelos son excelentes. Reponen el desgaste de vitamina C que tenemos durante esta época, son económicos y los podemos tomar en zumo, en ensaladas con otras frutas, o incluso con verduras.
También es la época de las matanzas, de conseguir buenos jamones y embutidos de calidad, ya que tradicionalmente se ha matado en los meses de diciembre y principios de enero. Aunque hay que tener cuidado con el exceso de consumo de grasas durante el invierno, al que tendemos de forma casi natural. Durante esta época disfrutamos de las fiestas anuales por excelencia, la Navidad, que llega con un increible número de invitaciones, comidas y cenas, con menús grasos, pesados y cargados de alcohol. Debemos saber que podemos elegir, que no hay que comerlo todo, y que el exceso en alimentación se paga a muy corto plazo, tanto en la estética como en la salud. Las almendras, la miel, la harina y el azúcar están presentes en casi todos los dulces, y si bien es cierto que no hay porqué renunciar a ellos, también es verdad que se pueden tomar moderadamente, y combinar con otros alimentos para que no sobrecarguemos el organismo. Si podemos elegir, debemos elegir siempre frutos secos y frutas desecadas, en lugar de los tradicionales dulces navideños, ya que aunque aportan también un elevado número de calorías, al menos no son vacías, y también añaden en la dieta minerales y vitaminas. Podemos no renunciar a todo, pero sí combinar inteligentemente, si por ejemplo, no queremos dejar de tomar polvorones y alfajores, podemos tomar un primer y segundo plato más ligero y en menor cantidad, o al revés, si nos gusta el asado, con una salsa pesada, podemos tomar de postre algo de fruta fresca y con fibra, como piña, que resulta además muy diurética. También podemos cambiar el alcohol destilado (licores, etc.) por infusiones, mucho más sanas, y nos sentiremos bastante mejor después de las comidas navideñas, y casi seguro, no habremos subido de peso tanto como las últimas navidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario