Las distintas manipulaciones que pueden aplicarse a las frutas y hortalizas antes de ser ingeridas pueden ejercer efectos tanto positivos como negativos sobre su contenido nutricional.
Para prevenir la pérdida de nutrientes conviene tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo y/o consumirlo.
- Usar tiempos cortos de remojo (para lavarlo).
- Emplear métodos de cocción en los que el agua y el alimento tengan poco contacto (vapor, microondas, frituras, salteados, etc.).
- Si se hierve, esperar a que el agua hierva para sumergir el alimento.
- Añadir un chorrito de vinagre o de zumo de limón al agua de cocción (aunque ello puede alterar su sabor).
- Cocinar las hortalizas “al dente” y enfriarlas tras la cocción es la mejor manera de conservar sus vitaminas.
- Aprovechar el agua de los vegetales cocidos para elaborar otros alimentos (ej: salsas, sopas, purés etc.).
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