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martes, 8 de noviembre de 2011

Consejos dietéticos en caso de esofagitis

La esofagitis es la inflamación de la mucosa que recubre el esófago, el conducto que conecta la boca con el estómago. La causa más común de su aparición es consecuencia del reflujo del contenido del estómago (ácido) hacia el esófago. También hay otras circunstancias, como una cirugía, la existencia de hernia de hiato, determinados medicamentos y vómitos persistentes, entre otros factores, que pueden originar o acentuar el malestar. 

La inflamación del esófago causa dolor y dificultad para tragar. El objetivo dietético es tratar de disminuir la acidez de las secreciones gástricas y seleccionar alimentos que suavicen la mucosa y calmen la irritación y el dolor. Los consejos pasan por:
  • Evitar las comidas abundantes y ricas en grasa, sobre todo dos o tres horas antes de acostarse. La grasa requiere una digestión más lenta, por lo que los alimentos permanecen más tiempo en el estómago, lo que hace más probable el reflujo.
  • Reducir los alimentos que aumentan la secreción gástrica como son el café y las bebidas alcohólicas, incluidas las de baja graduación como el vino, la cerveza y la sidra.
  • Tomar alimentos ricos en mucílagos, un tipo de fibra que suaviza la mucosa, como la calabaza, el calabacín y la borraja.
  • Llevar un orden en los horarios de las comidas y no dejar pasar muchas horas entre comida y comida para que no sean muy abundantes y requieran de mucho tiempo de digestión en el estómago.
  • No tumbarse justo después de comer ya que aumenta la posibilidad de reflujo. Conviene mantenerse en posición vertical, o recostado y no realizar esfuerzos tras la comida.
Además, se aconseja elevar el cabezal de la cama unos 15 o 30 centímetros para evitar la aparición de reflujo mientras se duerme. 

Fuente: consumer.es

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