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viernes, 28 de enero de 2011

Perder grasa es más saludable con dieta y ejercicio

Un estudio realizado por el Instituto Navarro del Deporte (IND), a través de su Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte (CEIMD), demuestra cómo la distribución de la pérdida de grasa abdominal es diferente cuando únicamente se realiza una dieta a cuando se combina un régimen alimenticio con un programa de entrenamiento de fuerza. Dicho estudio ha sido publicado en la prestigiosa revista International Journal of Obesity.

Así, se ha comprobado que la pérdida de grasa en la zona abdominal después de participar durante 16 semanas en un programa de pérdida de peso basado en una dieta con una restricción calórica de 500 kilocalorías diarias es distinta a cuando dicha dieta hipocalórica se combina con un programa de entrenamiento de fuerza.


En este último caso, la pérdida de grasa se produce en la región superior del abdomen, mientras que cuando se realizaba exclusivamente una dieta hipocalórica la pérdida de grasa se produce en la parte inferior del abdomen, según el estudio realizado por el CEIMD.El mencionado estudio destaca que el ejercicio físico combinado con una dieta hipocalórica puede tener un efecto de disminución de la grasa abdominal más asociada con los factores de riesgo cardiovascular, en comparación a cuando se realiza de manera exclusiva un régimen alimenticio. Estos resultados pueden ser de gran importancia para el manejo de los factores de riesgo cardiovascular o de las enfermedades asociadas al sedentarismo como la obesidad y la diabetes tipo 2.

Se resalta, por lo tanto, que someterse a una dieta, si además la combinamos con la práctica regular de ejercicio aeróbico o de fuerza, produce una reducción importante de la grasa del abdomen. Asimismo, esto se acompaña de una mejora de los niveles basales de insulina, de la sensibilidad a la insulina o d
el colesterol total. En definitiva, se traduce en una mejora del riesgo cardiovascular.

Ver artículo completo: Weight-loss diet alone or combined with resistance training induces different regional visceral fat changes in obese women
.

Fuente: Instituto Tomás Pascual

martes, 25 de enero de 2011

Deja la sal en el salero

El consumo de sal en España es elevado y esta práctica se asocia con la presencia de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Por eso, se recomienda no consumir más de 5 gramos diarios de sal.

Los alimentos contienen cantidades variables de sal:

- Mucha sal: 1,25 gramos por cada 100 gramos.
- Poca sal: 0,25 gramos por cada 100 gramos.

Las etiquetas de los alimentos indican el contenido de sal mediante la expresión cloruro sódico o sodio. La cantidad de sal se obtiene multiplicando la cantidad de sodio por 2,5.

Se aprende, desde niño, a tomar alimentos con sabor moderado de sal y, de esta forma, se adquieren hábitos alimentarios correctos que se mantendrán en la vida adulta con grandes ventajas para la salud. Hay que reducir el consumo de aperitivos salados para evitar que se forme, desde la infancia, un patrón de consumo salado.

La sal en la comida se reduce cuando se utilizan hierbas y especias para condimentar los alimentos. En cualquier caso, no refuerces el sabor de los platos con el salero.

La sal yodada es una fuente inestimable de yodo por lo que es bueno utilizarla en sustitución de la sal común, pero sin aumentar el consumo de sal.

Fuente: Come sano y muévete: 12 decisiones saludables. Estrategia NAOS

jueves, 20 de enero de 2011

Enfermedad celíaca

Hace un par de días vi en la televisión un anuncio que me llamó bastante la atención, se trata del último spot de la compañía Carrefour.

Sin entrar en la campaña de marketing que la empresa utiliza para dar publicidad a su línea de productos para celíacos, los 40 segundos del anuncio refleja una realidad que sufren los enfermos celíacos, aproximadamente el 1% de la población europea.



La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.

El gluten es una proteína amorfa que se encuentra en la semilla de muchos cereales (trigo, cebada, centeno, espelta, kamut, triticale y posiblemente avena) combinada con almidón. Representa un 80% de las proteínas del trigo y está compuesta de gliadina y glutenina. El gluten es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, y confiere la consistencia elástica y esponjosa de los panes y masas horneadas. El gluten es apreciado en alimentación por su poder espesante.

Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.

La estrategia nutricional de los pacientes celíacos es eliminar de la dieta cualquier alimento o producto que lleve gluten. El principal problema es que hoy en día el gluten es facil de encontrar en muchos productos elaborados industrialmente y no solo en el trigo, centeno, cebada y avena. De ahí, que cada vez más, los grandes supermercados vean un negocio rentable lanzar al mercado estos productos.

Para que nos agamos una idea del cuidado que tienen que llevar estos enfermos, el celíaco tiene que adoptar medidas como tener otro envase para la mermelada o cremas de untar, para no introducir las migas que se adhieran al cubierto cuando se extiende en el pan o evitar freír alimentos sin gluten en aceites donde previamente se hayan frito productos con gluten.

Fuente: elaboración propia y FACE.

lunes, 17 de enero de 2011

El consumo de azúcares desde niños eleva el riesgo cardiaco

Según un estudio de la Universidad de Emory (EEUU), los adolescentes con sobrepeso u obesidad con niveles más elevados de consumo de azúcar añadido tenían mayores signos de resistencia a la insulina, a menudo un precursor de la diabetes. Con azúcares añadidos los autores se refieren a cualquier edulcorante calórico que se añade a alimentos o bebidas en el proceso de producción o por el consumidor.

El trabajo, que se publica en la revista Circulation, es el primero en evaluar la asociación de los azúcares añadidos y los indicadores de riesgo de enfermedad cardiaca en adolescentes.

Los resultados muestran que el 21,4 por ciento de la energía total de los adolescentes estudiados (2.157 individuos entre 12 y 18 años) procedía de esta fuente y que aquellos que consumían niveles más elevados tenían menores niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), el colesterol bueno, y mayores de triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol malo.

El estudio mostró que los adolescentes con un mayor consumo de azúcares añadidos tenían niveles de LDL de 94,3 mg/dL en comparación con los 86,7 mg/dL de los que tomaban niveles más bajos de azúcar, un 9 por ciento de diferencia.

Los niveles de triglicéridos en los que tenían un consumo más elevado de azúcares añadidos era de 79 mg/dL en comparación el 71,7 por ciento de los que tomaban niveles más bajos, un 10 por ciento de diferencia.

Por último, los autores destacan que los adolescentes con sobrepeso u obesidad con los niveles más altos de consumo de azúcares añadidos tenían mayores signos de resistencia a la insulina.

Ver Abstract del artículo: Consumption of Added Sugars and Indicators of Cardiovascular Disease Risk Among US Adolescents.

Fuente: 20 minutos.es

viernes, 14 de enero de 2011

Dieta de exámenes

Enero y febrero es una época temida por los estudiantes, es tiempo de exámenes en la universidad y con esto, aumenta las horas de estudio descuidando la alimentación. A continuación, muestro un artículo que os puede ayudar a sacar un buen rendimiento del estudio a través de una buena alimentación.


La clave del rendimiento académico no está específicamente en lo que comemos, sino en nuestra disposición anímica, pero una alimentación adecuada nos puede ayudar mucho. Para conseguir un pleno rendimiento académico basta con seguir unas sencillas pautas de alimentación:

  • Realizar un desayuno completo, para afrontar el día con energía y evitar falta de glucosa, lo cual repercute directamente en la concentración, en el rendimiento y en la memoria.
  • Las comidas principales no sustituirlas habitualmente por la comida de preparación rápida, tales como las pizzas, hamburguesas, bocatas, etc.; lo mejor, dieta mediterránea.
  • Sustituir bebidas azucaradas, con o sin gas, por zumos naturales o infusiones.
  • Distribuir la dieta en 5 ó 6 comidas, porque el continuo desgaste de energía al que nos lleva las horas de estudio hace que podamos tener sensación de hambre o vacío, lo que nos impide una concentración adecuada. Por tanto, tomar sándwich, frutos secos, batidos, yogures o frutas en ese tiempo de kit-kat y evitar bollería industrial, golosinas, snacks, etc.
  • Evitar el consumo excesivo de café o bebidas con cafeína, que nos ayudan a mantenernos despiertos, pero difícilmente a concentrarnos o memorizar como deberíamos y que además provocan nerviosismo y dificultan el descanso.
  • Un poco de chocolate todos los días es un buen aporte energético. Además según unos estudios realizados por la Universidad de Bradford, comer chocolate durante la época de exámenes ayuda a reducir el nivel de estrés. Aquellos alimentos que contienen mucho azúcar no son recomendables, pero el chocolate es la excepción que confirma la regla...¡estamos de suerte!

Por otro lado, un exceso de vida sedentaria conlleva un deficiente rendimiento intelectual que se empeora en los fumadores, los que llevan una comida inadecuada y los que no practican deporte. Como hemos dicho, es muy importante una alimentación variada sin exceso de grasas, con presencia de verduras, frutas y demás componentes de la denominada dieta mediterránea, evitando excesos, pero la práctica regular de algún tipo de deporte o ejercicio físico, también se agradece. Y llevar una vida regular en la que no rebajes las horas de sueño: es fundamental dormir bien y suficientemente. No te engañes: son años de esfuerzo que pueden pasar factura. Debes aguantar en las mejores condiciones hasta llegar a la meta final.

Fuente: Universia.es

martes, 11 de enero de 2011

Sellos de calidad

Europa reconoce y protege muchos de nuestros alimentos con los logotipos de calidad DOP (Denominación de Origen Protegida), IGP (Indicación Geográfica Protegida) y ETG (Especialidad Tradicional Garantizada). Los dos primeros están vinculados con el medio geográfico en el que se producen y el tercero con el método de producción.

DOP: Un producto que lleve un logotipo DOP, ha demostrado que tiene unas características que solo son posibles gracias al entorno natural y a las habilidades de los productores de la zona de producción con la que está asociado. Para los productos con DOP se exige que todas las fases del proceso se realicen en la correspondiente zona geográfica.

IGP: Un producto lleva el logotipo IGP cuando posee una característica específica o una reputación que lo asocian a una zona determinada en la cual tiene lugar, al menos, una etapa del proceso de producción.

ETG: El logotipo ETG está destinado a productos ligados a un método particular de producción, que tienen unas características distintivas bien por estar compuestos por ingredientes tradicionales o bien porque se han fabricado siguiendo métodos tradicionales.

Fuente: Alimentación.es

viernes, 7 de enero de 2011

Objetivos de la dieta en la persona con diabetes

El plan de alimentación en las personas con diabetes debe ayudar a mejorar el control metabólico (glucémico, de las grasas-colesterol, ácido úrico,...) y con ello reducir las complicaciones a largo plazo. Siempre debe ser individualizado y es importante que sea un plan de alimentación realista para que la adhesión al mismo sea mayor. En los casos de diabetes mellitus tipo 1 en niños y adolescentes es fundamental administrar las calorías necesarias para asegurar un adecuado crecimiento y desarrollo, integrando la insulina administrada con los hábitos habituales de comida y ejercicio. Cuando la diabetes está siendo tratada con antidiabéticos orales o insulina, es importante distribuir correctamente los carbohidratos a lo largo del día para evitar tanto la hipo como la hiperglucemia. En todos los casos es importante que la dieta contribuya a mantenerse en normopeso o corregir el exceso de peso si existe para disminuir la insulino-resistencia asociada a la obesidad que empeora notablemente el control glucémico

Para cualquier duda referente al plan de alimentación del diabético
consulte con
un Dietista-Nutricionista.

lunes, 3 de enero de 2011

Obesidad y rasgos de personalidad

La entrada que os muestro a continuación trata de un artículo científico que ha publicado mi compañera de carrera y amiga, Inmaculada Ruiz Prieto, junto con un equipo de investigación dirigido por el que fue nuestro profesor de "Patología Nutricional" en 3º, el Dr. D. Ignacio Jáuregui Lobera, en la revista Trastornos de la Conducta Alimentaria (ISSN 1699-7611).

El artículo trata sobre los rasgos y tipos de personalidad, signos, síntomas y trastornos psicopatológicos más frecuentes en las personas con obesidad.

Se entiende por abesidad a un exceso de masa grasa corporal que se traduce en un aumento de peso y se califica con un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 kg/m2 según la clasificación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad.

Los resultados mostrados en cuanto a trastornos del comportamiento alimentario son los siguientes: se aprecia de forma repetida trastorno por atracón o sobreingesta, sobre todo síndrome del comedor nocturno, ingesta emocional y picoteo. También aparece con cierta frecuencia una evolución del trastorno del comportamiento alimentario hacia bulimia nerviosa. Es muy común la conducta de restricción alimentaria en personas obesas. Otros rasgos observados en personas con obesidad son la expectativa exagerada e irreal en cuanto a pérdida de peso, una menor motivación dietética en el sexo masculino y sedentarismo.


Quisiera resaltar una frase del estudio que nos muestra, de alguna manera, cómo nos influye la sociedad y nuestro entorno sobre los actos que realizamos y las decisiones que tomamos:
"el entorno cultural y la presión social crean esquemas cognitivos sobre la forma de ser de las personas obesas que influyen incluso en las mismas personas obesas al definirse".

Por último, felicitar a Inma por el trabajo realizado y animarla para que este artículo sea solo el comienzo de su carrera profesional.


Pueden consultar el artículo completo en el siguiente enlace:
Obesidad y rasgos de personalidad.

Fuente:
Revista Trastornos de la Conducta Alimentaria.