La dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen o frutos secos, es capaz de reducir en un 30 por ciento el riesgo de infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular, según ha mostrado el estudio 'Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular' (PREDIMED), publicado esta semana en la revista 'New England Journal of Medicine'.
En concreto, la investigación ha tenido como objetivos conocer los efectos de una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra sobre la incidencia de muerte cardiovascular, infarto de miocardio y accidente vascular cerebral; valorar los efectos de dicha dieta cuando está suplementada con frutos secos --nueces, avellanas y almendras--; y saber cuál es el efecto de la ingesta moderada de vino sobre la incidencia de estas patologías.
Para ello, el ensayo ha contado con una red de 11 centros reclutadores y 8 centros de laboratorios de Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia, que recabaron más de 20 millones de datos procedentes de 7.447 personas asintomáticas, con alto riesgo cardiovascular y con edades comprendidas entre los 55 y 80 años. A todos ellos, se les realizó un seguimiento durante cinco años, con sesiones trimestrales de asesoramiento, individuales o en grupo.
De esta forma, los expertos han comprobado que una intervención con una dieta mediterránea tradicional suplementada con aceite de oliva virgen extra y frutos secos reduce en un 30 por ciento la incidencia de muerte de causa cardiovascular, infarto de miocardio y accidente vascular cerebral.
Pulse el siguiente enlace para acceder al artículo completo: Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet.
Fuente: europapress.es
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