Lo que históricamente se ha llamado cocina tradicional ligada a los productos de temporada y, en muchos casos, a los fogones de la supervivencia es la base de la llamada alimentación, cocina o dieta mediterránea. Ésta es una cocina tradicional, aunque no por ello exenta de imaginación a la hora de mezclar sus diversos ingredientes, antes por necesidad y ahora como creación, soporte de una compleja gastronomía que los investigadores reconocen como la más saludable. Y ello, debido al aumento del colesterol HDL (o colesterol bueno) y la disminución del LDL (o colesterol malo), pero sobre todo, por ser el hábito de alimentación más equilibrado y sano que existe.
Esta alimentación tiene sus raíces en las distintas culturas que se han asentado en nuestra tierra, aportando cada una a lo largo de 3.000 años lo mejor de sus fogones. No hay que olvidar que el hombre es el único animal que cocina, pero no es el único que migra y, cuando lo hace, lleva consigo sus peroles, sus productos y sus tradiciones gastronómicas ligadas, como ha sido habitual hasta nuestros días, a sus creencias religiosas. Por todo ello, es a la par simple y complejo hablar de la Alimentación Mediterránea y entendemos como la mejor ilustración posible enumerar las características que la definen. El acierto de la Alimentación Mediterránea no es que sea única, pues todos sus alimentos, ingredientes o formas culinarias se dan en otros puntos del planeta, sino que radica en que todos esos aspectos, considerados positivos y saludables, coinciden en la cuenca del Mare Nostrum.
Conclusión. No es el alimento en sí lo que define a la cocina mediterránea, sino más bien la variedad, la cantidad de los mismos y las formas de cocinarlos; queda claro que las tres cuartas partes de esta tradicional alimentación, cuanto menos, estaba y debe estar constituida por verduras, hortalizas, legumbres, pescados y la trilogía de oro mediterránea: pan, aceite y vino. Se debe recuperar la tradición de la Alimentación Mediterránea como pauta para una cocina nuestra, saludable y llena de imaginación, al igual que los hábitos como el tapeo y la siesta. En consecuencia, la Alimentación Mediterránea debe ser una cocina donde se coma de todo, no se abuse de nada y se haga en su temporada.
Si quieres conocer un poco más acerca de los aliementos que componen la Dieta Mediterránea, no dudes en pinchar aquí.
Fuente: Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea
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