El director científico de la Fundación Thao, enumeró varias causas de esta situación, como la falta de ejercicio físico, la desaparición en muchos hogares de la dieta mediterránea y los desajustes horarios a la hora de sentarse a la mesa. Posteriormente, advirtió de que la obesidad debe empezar a combatirse desde la cuna, porque si los niños no empiezan a seguir hábitos saludables desde la más tierna infancia, el exceso de peso será cada vez mayor, y "cada vez será más difícil reducirlo".
Dar a los hijos una alimentación saludable no siempre es fácil. Los padres con horarios laborales extensos afrontan la tentación de optar por menús menos sanos, pero más rápidos de preparar y también a menudo más baratos. "Hay que batallar para lograr un equilibrio, y a veces sale bien y a veces no. Hacemos lo que podemos", dice Àlex Castillo, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalunya (FAPAC). "La clave frente a la falta de tiempo es la planificación. Recuperar el hábito de la lista de la compra y hacer una buena compra semanal, congelar y distribuirla durante la semana. Se tarda casi lo mismo en sacar del congelador algo preparado durante el fin de semana que en calentar un precocinado", afirma Gemma Salvador, dietista de la Direcció General de Salut Pública de la Generalitat.
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